Conseguir que tu trabajo sea reconocido es una de las máximas que la gran mayoría de los diseñadores busca con ahínco durante su carrera. Sobre todo, porque los premios contribuyen a que tu proyección laboral se afiance dentro del ámbito en el que desarrollas tu trabajo y, como no, también para que tu ego reciba un respaldo que te de fuerzas para continuar.
Adam Raphael Markowitz, joven arquitecto y diseñador de mobiliario australiano y fundador del estudio marckowitzdesign, en el año 2012 para dar a conocer sus trabajos, ha visto recompensado este esfuerzo con el premio VIVID al diseñador emergente del año por su mesa Fred.
Su trabajo, extremadamente limpio, con perfiles de cuidado acabado y ensamblajes ocultos y perfectamente integrados en la pieza, fue concebido por el artista tras su vuelta a Australia, después de ampliar su formación el en Danish Royal Academy.Lógicamente, tras esta inmersión en las fuentes del diseño danés, Fred recupera reminiscencias del trabajo de autores como Hans Wegner y Finn Juhl, dos de los mejores exponentes del minucioso trabajo de los artesanos nórdicos.
Esta pieza evoca la simplicidad del modernismo en sus líneas y en el tacto de sus materiales. Realizada artesanalmente en Melbourne, Fred es ligera y fuerte a la vez, y ha sido construida siguiendo los parámetros de los trabajos hechos a mano. Se vende por encargo en diferentes formatos, a partir de 3.000 €.
Fotografía: Ben Clement
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